miércoles, 20 de octubre de 2010

Ensayo sobre la educación


¿Qué es la educación?

Existen varias definiciones sobre el concepto de educación, de los cuales voy a exponer los que la Real Academia Española de la Lengua expone en su diccionario en su vigésimo segunda edición, la cual nos ofrece cuatro posibilidades si buscamos la palabra “educación”: 1. Acción y efecto de educar; 2. Crianza, enseñanza y doctrina que se da a los niños y a los jóvenes; 3. Instrucción por medio de la acción docente; 4. Cortesía, urbanidad.
 Si después se busca el verbo “educar” aparecen, entre otras: 1. Dirigir, encaminar, doctrinar; 2. Desarrollar o perfeccionar las facultades intelectuales y morales del niño o del joven por medio de preceptos, ejercicios, ejemplos, etc.

Hay otras definiciones de muchos autores mucho más extensas y elaboradas, pensadas desde los más variados puntos de vista. Después de la lectura de algunas pocas, se puede llegar a la siguiente conclusión: la educación es transmisión. Llegar a esta conclusión es un recurso. Se necesita buscar un “sinónimo” que permita entender qué es “educación” para posteriormente poder explicarlo.

La habilidad de educar es un elemento que posee el ser humano intrínsecamente. Durante toda nuestra vida vivimos un sin fin de situaciones en las cuales nosotros educamos y a la vez somos educados. No sólo le pertenece al maestro la tarea de educar, sino también a los padres. Incluso muchas veces, fuera del contexto escolar, entre amigos, entre familia o entre personas que no tienen nada que ver con la educación, sin darnos cuenta nos hemos estado educando los unos a los otros, ya que hay cosas que uno siempre aprende de los demás.

La propia experiencia de la vida puede ser un elemento educador, es decir, mucha gente cuando cuenta situaciones de su vida a los demás, les está transmitiendo una serie de valores y conocimientos que sin ejercer el rol de educador, lo está haciendo. Con esto recalco la frase anteriormente dicha de que todos en algún momento de nuestra vida hemos sido educadores.

Normalmente cuando hablamos de educadores, todo el mundo enseguida se les viene a la cabeza a maestros. Claro que los maestros son educadores, pero no sólo de conocimientos, sino también de una serie de valores que el niño de por si no podría haberlos desarrollado. El padre/madre también es un educador importante, ya que ellos serán los encargados de instruir a su hijo y de llevarlo por la buena vida.

Las instrucciones vienen por los padres y la educación por los maestros, es decir, los maestros son educadores que utilizan aprendizajes abiertos, es un no límite de conocimientos. El aprendizaje cerrado vendría por parte de los padres en forma de un aprendizaje cerrado, ya que estos aprendizajes son tales como vestirse, comer, lavarse las manos, etc..., acciones que son “educadas” en periodos familiares.

La sociedad piensa que los educadores –y con esto se refieren a los maestros- son los que mejores viven, que su faena la puede hacer cualquiera, que tienen buena remuneración en compasión con el trabajo que tienen, etc. Evidentemente todas aquellas personas que piensan de esa manera se equivocan, ya que el papel del educador no es un papel fácil ni mucho menos, es un papelón mejor dicho, ya que estas personas se van a encargar de educar moralmente y de desarrollar todos los valores que tenga el niño para que pueda evolucionar como persona.

A partir de aquí muchos de nosotros cuando recordamos viejos tiempos, algunas veces nos acordamos de profesores que nos han marcado en nuestra vida, profesores que en un momento clave de nuestro camino, nos hicieron ver la vida desde otra perspectiva, nos cambiaron nuestra forma de ser/pensar, dicho de algún modo, tenemos algunos rasgos que nos asemeja con ciertos profesores. Al fin y al cabo sí que sirvieron de algo.

Hoy en día hay muchos problemas en las aulas debido a  una mala educación sobre todo por parte de los padres. Muchos padres les dan demasiadas cosas a sus hijos, les consienten toda clase de caprichos, incluso en algunos casos estos recuerdan que la educación que recibieron no fue la mejor y piensan que dándoles todo a sus hijos, es decir, haciendo justo todo lo contrario a la educación que tuvieron, piensan que es la mejor forma. Se equivocan.

Tenemos muchas influencias educadoras, ya que la televisión y el internet hoy en día son dos grandes comunicaciones de masas, si no son las más importantes. Muchos niños ven sus ídolos en televisión y se asemejan a ellos o deciden en algún modo imitarlos para llegar en un futuro a ser igual que ellos.

Con esto quiero decir, que la educación la podemos encontrar en muchos ámbitos diferentes al de la escuela.

Una cosa es instruir y otra educar, pero no se puede educar sin instruir.

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